Mi cita preferida es la de Albert Einstein que dice:
"La solución a nuestros problemas se encuentra en un estado de CONSCIENCIA más elevado que el estado de CONSCIENCIA en el que los hemos creado."
Acostumbrados a la poca reflexión, quizás como resultado de nuestro sistema educativo, he encontrado pocas discusiones acerca de lo que aquí propone Einstein. No obstante, nos esta diciendo cual es la CLAVE para resolver nuestros problemas. ¿Qué puede ser más interesante y valioso que esto? ¿Acaso no pasamos la mayor parte de nuestra vida precisamente, enfrentando problemas?
Quizás el limitado impacto de esta cita se deba a que no tenemos claridad acerca de lo que es la CONSCIENCIA. Mucho menos evidentemente acerca de cómo elevarla.
En alguna ocasión, cuando hacía mis pininos en la meditación, tuve la fortuna de tener una experiencia de las que Abraham Maslow, llamaría experiencia cumbre. Mis pensamientos se aquietaron y mi consciencia se expandió rebasando los confines de mi cuerpo hasta abarcar una parte del universo. Experimente una dicha, una paz y un amor indescriptibles. Tiempo después, reflexionando acerca de mi experiencia, llegué a las siguientes conclusiones acerca de la CONSCIENCIA.
No se lo que es la CONSCIENCIA pero ciertamente es algo que se contrae y se expande. Mientras más expandida esta nuestra CONSCIENCIA más paz, amor y dicha experimentamos. En gran medida, nuestra percepción de la realidad esta determinada por la expansión o contracción de nuestra CONSCIENCIA. Cuando nos enojamos, nuestra CONSCIENCIA se contrae, y tanto nuestra visión como nuestro raciocinio se limita. Cuando nos sentimos tranquilos y en paz, nuestra CONSCIENCIA, percepción y raciocinio se expande.
Tanto mi experiencia como mi reflexión me llevó a la siguiente teoría. Nuestra CONSCIENCIA esta limitada, no por nuestro cuerpo, sino por un espacio que bien podría ser físico delimitado por nuestras propias creencias. Algo así como si cada una de nuestras creencias fuera una placa que se integra junto con otras creencias afines para formar una especie de figura geométrica, que contiene nuestra CONSCIENCIA.
La forma y tamaño de esta figura geométrica que determina la expansión o contracción de nuestra consciencia, esta determinada por la alineación de nuestras creencias tienen con la VERDAD. Mientras más alineadas con la verdad estén nuestras creencias, más grande es el espacio de la figura geométrica que contiene nuestra CONSCIENCIA.
Un ejemplo de esto es cuando nos enojamos. Al enojarnos sostenemos la creencia de que aquel que en mejores condiciones podríamos llegar a considerar nuestro hermano, no es más que alguien miserable que quisiéramos destruir. Esta creencia desalineada con la verdad viene acompañada de otras igualmente desalineadas como: el que la otra persona es la responsable de mi estado interior, y por lo tanto, que yo soy la víctima inocente del otro.
Cuando albergo creencias más alineadas con la verdad, como que la otra persona es mi hermano, aunque no tengamos lazo sanguíneo alguno, y su forma de actuar no es necesariamente mal intencionada, sino resultado de su limitado punto de vista, el espacio geométrico que contiene mi CONSCIENCIA se expande, y como sugiere Albert Einstein, tengo la posibilidad de encontrar la solución al problema, en un espacio no disponible al tener mi consciencia contraída.
Si esta teoría fuera válida, bastará con considerar nuestras CREENCIAS y someter a juicio su alineación con la VERDAD.
¿Cómo hacer esto?
Con base en esta misma experiencia cumbre y mi reflexión, de acuerdo al siguiente criterio simple:
Todo aquello que genera más paz, amor y dicha, esta más alineado a la VERDAD, que aquello que genera menos.
Afectuosamente,
Eduardo Quezada
"La solución a nuestros problemas se encuentra en un estado de CONSCIENCIA más elevado que el estado de CONSCIENCIA en el que los hemos creado."
Acostumbrados a la poca reflexión, quizás como resultado de nuestro sistema educativo, he encontrado pocas discusiones acerca de lo que aquí propone Einstein. No obstante, nos esta diciendo cual es la CLAVE para resolver nuestros problemas. ¿Qué puede ser más interesante y valioso que esto? ¿Acaso no pasamos la mayor parte de nuestra vida precisamente, enfrentando problemas?
Quizás el limitado impacto de esta cita se deba a que no tenemos claridad acerca de lo que es la CONSCIENCIA. Mucho menos evidentemente acerca de cómo elevarla.
En alguna ocasión, cuando hacía mis pininos en la meditación, tuve la fortuna de tener una experiencia de las que Abraham Maslow, llamaría experiencia cumbre. Mis pensamientos se aquietaron y mi consciencia se expandió rebasando los confines de mi cuerpo hasta abarcar una parte del universo. Experimente una dicha, una paz y un amor indescriptibles. Tiempo después, reflexionando acerca de mi experiencia, llegué a las siguientes conclusiones acerca de la CONSCIENCIA.
No se lo que es la CONSCIENCIA pero ciertamente es algo que se contrae y se expande. Mientras más expandida esta nuestra CONSCIENCIA más paz, amor y dicha experimentamos. En gran medida, nuestra percepción de la realidad esta determinada por la expansión o contracción de nuestra CONSCIENCIA. Cuando nos enojamos, nuestra CONSCIENCIA se contrae, y tanto nuestra visión como nuestro raciocinio se limita. Cuando nos sentimos tranquilos y en paz, nuestra CONSCIENCIA, percepción y raciocinio se expande.
Tanto mi experiencia como mi reflexión me llevó a la siguiente teoría. Nuestra CONSCIENCIA esta limitada, no por nuestro cuerpo, sino por un espacio que bien podría ser físico delimitado por nuestras propias creencias. Algo así como si cada una de nuestras creencias fuera una placa que se integra junto con otras creencias afines para formar una especie de figura geométrica, que contiene nuestra CONSCIENCIA.
La forma y tamaño de esta figura geométrica que determina la expansión o contracción de nuestra consciencia, esta determinada por la alineación de nuestras creencias tienen con la VERDAD. Mientras más alineadas con la verdad estén nuestras creencias, más grande es el espacio de la figura geométrica que contiene nuestra CONSCIENCIA.
Un ejemplo de esto es cuando nos enojamos. Al enojarnos sostenemos la creencia de que aquel que en mejores condiciones podríamos llegar a considerar nuestro hermano, no es más que alguien miserable que quisiéramos destruir. Esta creencia desalineada con la verdad viene acompañada de otras igualmente desalineadas como: el que la otra persona es la responsable de mi estado interior, y por lo tanto, que yo soy la víctima inocente del otro.
Cuando albergo creencias más alineadas con la verdad, como que la otra persona es mi hermano, aunque no tengamos lazo sanguíneo alguno, y su forma de actuar no es necesariamente mal intencionada, sino resultado de su limitado punto de vista, el espacio geométrico que contiene mi CONSCIENCIA se expande, y como sugiere Albert Einstein, tengo la posibilidad de encontrar la solución al problema, en un espacio no disponible al tener mi consciencia contraída.
Si esta teoría fuera válida, bastará con considerar nuestras CREENCIAS y someter a juicio su alineación con la VERDAD.
¿Cómo hacer esto?
Con base en esta misma experiencia cumbre y mi reflexión, de acuerdo al siguiente criterio simple:
Todo aquello que genera más paz, amor y dicha, esta más alineado a la VERDAD, que aquello que genera menos.
Afectuosamente,
Eduardo Quezada